--A ver, muchacha, mírame a la cara… No, no agaches la mirada,
que es lo que quiero ver-- y la mujer se quedó mirando por un largo rato el
pozo sin fondo, y tal vez sin agua, de los ojos de Mariana--. Ay, muchacha:
eres árbol de muchos pájaros , y aunque a ninguno le has dado su rama, hay uno
que ya te hizo nido… No, no pongas esa cara, que bien sabes de qué te estoy
hablando, y yo aquí no voy a deshacer un nido, ni mucho menos a romper un
huevo. No vas a probar los niños, porque primero tienes que ver por el tuyo, el
que a tu voluntad llevas dentro. Tienes que ver si lo quieres o no, y si sí,
para ver cómo lo quieres… Fúmate este cigarro y vete a pensar en la casa junto
al río. Cuando pardee la tarde te me regresas, ponemos café, calentamos unas
gordas y me dices qué pensaste. No, no me digas nada ahora y vete. También
necesitas aprender a creer y a obedecer.
cajón desastre donde intento fijar recuerdos, sueños y esperanzas, no exentos de reflexión y de esa sed insaciable de aprehender la escritura a través de la cual pueda ser deletreado ese punto de intersección en donde se encuentra esa entidad a quien llamo YO
apoltrónate
éste es un blog de buena fe: no busco ningún fin trascendental, sino algo privado y familiar. tampoco me propongo prestar ningún servicio ni trabajo para mi gloria: mis fuerzas no realizarían tal deseo. lo dedico a mi gente (en la sangre y en el afecto) para que pueda encontrar aquí rasgos de mi condición y humor. quiero mostrarme en mi manera de ser, porque soy yo mismo a quien pinto. mis defectos, mis imperfecciones y mi manera de ser se reflejarán aquí de la cabeza a los pies, del cerebro al corazón. si resultara válido, me habría pintado de cuerpo entero y completamente desnudo, pero para eso hay otros lugares. sépase que soy el contenido de mi blog, sin que esto sea válida razón para que emplees tu vagar en un asunto tan frívolo y tan baladí.
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