Basta con que diga “Quiero llegar a dormir a la casa”, para que algo suceda en el camino, o ya estando ahí, que impida pueda siquiera acostarme… y eso es sólo un ejemplo entre muchos otros que pudiera dar: lo que pienso y lo que pasa nunca ocurren igual… rara vez, por no decir nunca, convergen. Algo pasa entre el mundo y yo que, seguro, seguro, hay por ahí un complot en mi contra.
Pensaba en todo esto cuando hace días me dije “álvaro, estás con eso del huevlog desde el año pasado y dijiste que en mayo sería. y ahora sí, como canta Carlos Berlanga en ‘El tiempo gana’: ‘cambia la estación, tú, en cambio, nada. desesperación: el tiempo gana’. Habría dicho mi difunta abuela ‘¡Bueno, pero… ¿qué contiene?’ Está bien que seas desidioso pero, diría tu madre ‘Está bueno ser cochinos, pero no trompudos’ [Relación refranes-las tres mujeres de infancia. Tema a redactar luego]… álvaro, ¿cuándo diablos vas a ponerte con eso del huevlog?”
Y pensé que era un buen momento el que elegí, no sólo por la tranquilidad que rebosa mi vida la mayor parte del tiempo, sino porque, ingenuamente, pensé que habría tiempo de sobra para tener incluso entradas de reserva… y nada de nada en el mar de mi imaginación: que si los exámenes, que si lo de Carmen Aristegui, que si chatear con Vannia, que si irme de viaje con Agustín, que si salir de antro o que si ir al cine y luego a visitar a Miguel o que si planear lo del taller de lectura en el Tec, que si el disco nuevo de Radiohead… Total, que el tiempo se ha ido “en títeres y maromas” (nuevamente, volvería a decir mi madre) y los delirios de diva, en el sopor de la desidia, entre el tedio y las ocupaciones…
Trataré de enmendarme aunque, sí, creo que hay un complot en mi contra, sobre todo cuando de escribir se trata: la vida conspira en contra mía e impide que me ejercite, como Dios manda, en esto de la escritura. Creo que por eso somos tan malos… mis escritos y yo..…