Voy a acompañar a Meowsie y a Thom en sus sueños… no sea que se pierdan. Nuestros sueños son todos azules y con el brillo del cristal o del acero, del hielo en la noche, de la tinta china baystate blue… y ya ves que a Meowsie y a Thom los enloquece todo lo brillante.
La otra noche fuimos hasta las cataratas; no fue algo planeado, sólo que, jugando-jugando a saltar montes y disfrutar del viento, llegamos al gran lago y de ahí, más rápido que un suspiro, llegamos a la cascada, llena de peces azules con ojos color de luna.
Meowsie y Thom quedaron petrificados, mientras sus ojos giraban como rehiletes…
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